El segundo libro de la autora “best seller” ya está disponible en librerías y plataformas digitales.
La reconocida autora y empresaria Cynthia Martínez tuvo éxito con su primer libro, No te pasó por Pen%#@. Ahora regresa con una nueva obra: Brutalidad Emocional: 10 estrategias para liderar, crear hábitos y ver resultados con inteligencia emocional.
Este segundo libro no es solo una lectura informativa. También sirve como una guía práctica. Ayuda a los lectores a fortalecer su liderazgo. Además, permite manejar sus emociones de manera efectiva en la vida personal y profesional.
“No se trata solo de entender la inteligencia emocional, sino de aplicarla todos los días. El libro está diseñado para que el lector trabaje en su desarrollo mientras lee. Ofrece herramientas que puede usar de inmediato. De esta forma creamos un hábito de cambio de forma rápida”, expresó Martínez, fundadora de Lead Up Labs.
El libro“Brutalidad Emocional” destaca la importancia de gestionar adecuadamente las emociones. Esto es crucial para obtener mejores resultados en todas las áreas de la vida. Martínez fue reconocida entre los primeros 40 emprendedores de Caribbean Business. Ella comparte 10 estrategias. Estas estrategias ayudan a enfrentar los retos del día a día con más conciencia y control. Estas estrategias evitan decisiones impulsivas y fomentan una mentalidad enfocada en el crecimiento.
Lo que diferencia esta obra de otros libros sobre el tema es su enfoque práctico. Cada capítulo incluye ejercicios que invitan a la reflexión y a la acción. A medida que avanza la lectura, el lector pone en práctica lo aprendido. Esto transforma su comportamiento. Además, se acerca a sus metas de forma real y efectiva.
Brutalidad Emocional: 10 estrategias para liderar, crear hábitos y ver resultados con inteligencia emocional ya está disponible en librerías locales. También se puede encontrar en plataformas digitales y en el portal www.brutalidademocional.com
La locutora y presentadora de televisión, Jacky Fontánez ; lanza “Curious & Muse”, su cuarta colección de fragancias. Esta colección se realiza en alianza con DH Distributors.
“La inspiración detrás de esta colección surgió de su viaje a Jordania. “A mí me fascinó mucho Jordania, específicamente Wadi Rum, un desierto en donde no hay contaminación lumínica, me sentí fuera de este planeta, pude ver las estrellas y tener una experiencia bien bonita. Además, me considero una mujer aventurera y pude acampar en medio del desierto, fueron momentos inolvidables que quise recordar con estos perfumes”, expresó Fontánez. Además, mencionó que buscaba que estas fragancias la hicieran revivir esos momentos vividos en el desierto.
El nombre “Curious” refleja la esencia única de esta fragancia. Contiene un aroma intrigante y envolvente. Está diseñado para despertar curiosidad. La esencia de la pirámide olfativa de “Curious” tiene un carácter oriental ambarado. Sus notas de salida son una combinación de bergamota con notas frutales y especiadas. En el corazón, el jazmín, fresia y violeta le aportan un toque de notas florales al perfume. Tiene una base aromática amaderada con esencia de vainilla y almizcle.
La fragancia “Muse” lleva este nombre debido a su traducción al español, “Musa”, un término que hace referencia a una figura que provoca inspiración. “Muse” ofrece un aroma seductor que contiene una combinación de notas orientales y frutales, donde las notas de salida incluyen bergamota, nieve de cassis, pera verde, frutas del huerto y manzana caramelizada. El corazón combina la elegancia floral del jazmín sambac, mugane, rosa JE y flor de ciruelo con el toque frutal del litchi. Además, tiene de fondo patchouli, vainilla, caramelo, almizcles blancos, maderas rubias y santamanol.
En el comercial de esta campaña se puede observar a Jacky Fontánez en el desierto, vestida con un traje blanco, caminando en busca de algo en específico. De repente, se encuentra con el perfume “Muse” en la arena, y al aplicarlo, se transforma, luciendo un vestido elegante con diamantes y una estola del color azul del frasco del perfume. Poco después, un hombre vestido con una camisa blanca se acerca llevando el perfume “Curious”, el cual ella rocía sobre él.
“Curious & Muse” no solo se destacan por sus aromas cautivadores, sino también por sus elegantes frascos de 3.38 oz, que incluyen el nombre de cada fragancia en árabe, añadiendo un toque distintivo y sofisticado a cada uno de ellos.
La colección “Curious & Muse”, ya está a la venta en perfumerías y farmacias, también en el portal aquipuertorico.com
Comunicado de prensa suplido por: Marivel Ortiz, Relacionista Licenciada R-610 by One on One Agencia
Siempre he escuchado esa frase: ‘tienes que aceptar lo que la vida te da’. Pero yo te voy a decir algo… NO. Yo no acepto la condición de mi hijo, ver todo lo que ha sufrido; verlo postrado en una cama. No puedo aceptar el cáncer de mi esposo, su deterioro, como las quimioterapias lo consumían en busca de “sanar”. Y no, no se trata de falta de fe ni es rebeldía. Se trata de ser honesta. De no ser hipócrita conmigo misma, ni con Dios…es mi humanidad.
Aceptar… aceptar es una palabra muy grande. Muy pesada. Aceptar es rendirse ante algo y decir: “está bien, esto es parte de mi vida y lo abrazo con tranquilidad”. ¿Y cómo se acepta que tu hijo haya perdido su salud, que cada día tenga que luchar para sobrevivir? ¿Cómo se acepta que tu esposo tenga que vivir con una enfermedad que amenaza su vida a diario?
¿Tú sabes lo difícil que es decir ‘acepto’ cuando una madre pierde a su hijo? Eso no se acepta. Se aprende a vivir con ese vacío, con ese dolor, con esa herida que nunca sana del todo. Pero no se acepta.
¿Cómo una familia puede aceptar que un fuego consuma todo lo que construyó por años? No lo acepta. Aprende a vivir sin lo material. Aprende a empezar de cero. Aprende a encontrar esperanza en medio de las cenizas. Pero no lo acepta.
Aceptar sería decir ‘está bien’, y no, no está bien. No está bien que te quiten a un ser querido. No está bien que la vida te cambie el plan de un día para otro sin previo aviso.
Aceptar y aprender a vivir con… no es lo mismo. Aceptar es resignarte. ¿Aceptar con resignación? Sabes lo que significa resignación? La resignación implica renunciar a cambiar las circunstancias. También significa conformarse con lo que sucede, a pesar del daño que pueda causar. Eso no puede ser posible. Aprender a vivir con… es sobrevivir, adaptarte, resistir y, con el tiempo, reconstruirte.
Aprender a vivir con algo es como caminar con una piedra en el zapato. Sabes que está ahí, te molesta, duele… pero sigues caminando. Aprendes a dar los pasos de otra manera. Te detienes cuando el dolor es mucho. Pides ayuda cuando no puedes más. Pero no por eso esa piedra deja de doler.
Y a veces te dicen: ‘mira ya, tienes que aceptar las cosas como son’. ¿Pero por qué? ¿Quién dijo que tengo que aceptar lo inaceptable? En lugar de eso, aprendamos a buscar alternativas. Herramientas. Maneras de aprender a vivir con lo que pasó, con lo que está pasando.
Esas herramientas son claves. Son herramientas de sanación. De supervivencia. De fe. Herramientas que nos permiten encontrar paz y sanidad espiritual en medio del caos. No nos obliguemos a aceptar. Vivir desde el amor, desde el dolor, desde la verdad, y desde la realidad. Aprender también a vivir en la transformación. No siempre podemos cambiar las cosas que ocurren, pero sí podemos cambiar cómo nos enfrentamos a ellas. Vivamos desde la humanidad que también duele, pero esa misma humanidad nos levanta.
“Aceptar no es lo mismo que aprender a vivir con. Y no, no tengo que aceptar lo inaceptable. Lo que sí he hecho es buscar fuerza, herramientas, fe… para vivir con lo que me tocó. Porque el dolor no se borra con frases hechas. Se sobrevive. Se transforma. Y desde ahí, doy gracias. No por lo que pasó… sino por lo que me sostiene cada día.” WandaGisela
Y ojo, no aceptar no significa vivir en agonía. No significa quedarte atrapada en una nube negra de dolor todos los días. No se trata de repetirnos en la mente: “no acepto, no acepto, no acepto…” No. Es como si guardaras eso —ese dolor, esa pérdida, ese evento que marcó tu vida— en una gaveta del alma. Está ahí. No lo puedes borrar. Pero no le das permiso para gobernar tu paz. Aprendes a vivir con lo que está en esa gaveta. Con respeto, con dolor, pero también con esperanza.
Y en medio de todo eso, lo que me sostiene es la gratitud. La gratitud no por lo que pasó… sino por lo que me ha permitido vivir con lo que pasó. Por la fortaleza emocional. Por la fe. Por la capacidad de no dejarme vencer.
Doy gracias por haber aprendido a vivir con mi realidad. No porque la acepto, sino porque decidí seguir. Porque Dios me ha enseñado que hasta el dolor puede tener propósito, aunque yo no lo entienda.
No confundas aceptar con aprender a vivir con.
5 HERRAMIENTAS PODEROSAS DE SANACION
Aquí te comparto 5 herramientas poderosas de sanación. Estas herramientas podrían ayudarte a aprender a vivir con lo inaceptable. Se basan en un enfoque emocional, espiritual y humano. Me han ayudado en mi proceso de sanación, como mamá y esposa cuidadora.
1. Espiritualidad con propósito
Conectarte con algo más grande que tú te brinda una base firme. Dios, la fe o tu propósito de vida, estos elementos ofrecen un apoyo sólido. No se trata de tener todas las respuestas. Se trata de tener a quién hacerlas. También se trata de creer que aunque no entiendas el “por qué”, puedes encontrar un “para qué”.
➡️ Orar, meditar, leer la Biblia o simplemente hablar con Dios puede traer paz incluso en medio del caos.
2. Red de apoyo emocional
No te aísles. Busca compañía en personas que te escuchen sin juzgar. Prefiere a aquellas que no intenten “arreglar” lo que no se puede arreglar. Simplemente, estar presente es sanador.
➡️ Amigos, terapeutas, grupos de apoyo, comunidades de fe… rodéate de gente que sostenga tu alma cuando tú no puedes.
3. Escritura y expresión emocional
Escribir lo que sientes te permite soltar, procesar y entenderte mejor. La escritura es una forma íntima de validar tus emociones y darles un espacio seguro.
➡️ Lleva un diario donde hables de tu dolor. Incluye tus miedos y tus pequeños avances. Es una forma de liberar lo que llevas dentro.
4. Cuidar tu cuerpo para sostener tu alma
El autocuidado no es superficial. Dormir, alimentarte bien, caminar, y respirar profundo son actos de amor propio. Estos actos te ayudan a tener la energía emocional para resistir lo inaceptable.
➡️ Tu cuerpo también necesita consuelo. Dale descanso, movimiento suave y alimento con intención.
5. Aceptar que no tienes que aceptar
Esta es una herramienta en sí misma: no forzarte a aceptar lo que tu alma aún no puede abrazar. Reconocer que lo inaceptable existe, y aun así elegir, seguir, caminar, amar, cuidar, agradecer… esa es tu forma de vida.
➡️ Aprender a vivir con lo que duele, sin necesidad de justificarlo o resignarte, es un acto de valentía silenciosa.
Y si hoy te cuesta respirar por lo que estás viviendo… no te culpes. No tienes que aceptar nada. Solo aprende a vivir a tu ritmo. Ten la certeza de que, aun así, hay vida. Y mientras haya vida, hay propósito.
El contenido compartido en esta publicación está basado en mi experiencia personal como cuidadora, madre y mujer de fe. No sustituye la orientación médica, psicológica ni terapéutica profesional. Si estás atravesando una situación de salud mental, emocional o espiritual, busca apoyo profesional. No sientas que debes manejarlo sola. Pedir ayuda también es una forma de aprender a vivir con lo que nos duele.
Hace unos días volví a ver una película que me tocó profundamente cuando la vi por primera vez. Se llama “Los principios del cuidado” (2016) y está en Netflix. No es una película muy conocida, pero tiene mensajes poderosos que quienes cuidamos a otros vamos a entender bien.
En una de las escenas, una trabajadora social le habla al protagonista sobre los principios básicos para poder ser cuidador. Y fue ahí donde volví a conectar con algo que siempre repito: cuidar no es solo una tarea. Es un compromiso emocional que lo cambia todo.
Como cuidadora de mi hijo y de mi esposo, sé lo que implica entregarte cada día sin descanso. También sé que muchas veces lo hacemos en silencio, sin manual, sin pausas. Por eso, parte de mi misión como comunicadora es compartir herramientas. Estas herramientas realmente nos ayudan a quienes estamos en este rol tan exigente. Es un rol tan lleno de amor.
Ser cuidador no es solo una responsabilidad, es un compromiso emocional que toca cada aspecto de nuestra vida. Pero en medio de esa entrega, a veces olvidamos lo más importante: nosotros mismos. Estos 5 principios son recordatorios esenciales que pueden ayudarte a cuidar mejor… empezando por ti. WandaGisela
Y estos 5 principios… son justo eso. Es una guía sencilla, pero poderosa. Esta guía me ha ayudado a cuidar mejor—empezando por mí.
Imagen oficial de Nexflix
1. No puedo cuidar de los demás si antes no cuido de mí mismo
Este principio es simple, pero poderoso. Si estás agotado, frustrado, sin dormir o emocionalmente drenado, no puedes dar lo mejor de ti. No se trata de egoísmo, se trata de supervivencia. Priorizar tu bienestar físico, mental y emocional no es un lujo: es una necesidad.
Hazlo hábito: Respira profundo. Come bien. Duerme lo que puedas. Sal a caminar aunque sea 10 minutos. Habla con alguien de confianza. Cuídate.
2. Mis necesidades son tan importantes como las de la persona a la que cuido
No eres un robot ni una máquina de cuidados. Eres humano. Tienes hambre, miedo, sueños, emociones y también mereces apoyo. Cuidar no significa desaparecer, significa coexistir en este proceso con empatía y equidad.
Hazlo hábito: Reconoce tus emociones sin culpa. Permítete llorar, reír, descansar, disfrutar. Tienes derecho a sentir y a ser cuidado también.
3. Cuidar a alguien es difícil. Por eso, tengo que dar el 100%… y mantener una actitud positiva
Sí, el cuidado exige mucho: energía, paciencia, amor. Y aunque hay días en que solo damos el 40%, lo importante es darlo desde el corazón. Mantener una actitud positiva no significa fingir que todo está bien. Es decidir ver lo bueno incluso en medio del caos.
Hazlo hábito: Agradece lo pequeño. Celebra los logros del día, por mínimos que parezcan. El cuidado también tiene momentos hermosos: no los dejes pasar.
4. Nunca olvides los pasos: preguntar, escuchar, observar, ayudar… y volver a preguntar
Este principio es oro puro. Muchas veces creemos saber lo que el otro necesita, pero cada persona tiene su propio ritmo, sus emociones, su voz. Escuchar y observar te conectan de verdad. Ayudar desde ahí, con empatía, cambia todo.
Hazlo hábito: Haz preguntas abiertas, escucha con atención, observa gestos, silencios, actitudes. Y si no estás seguro, vuelve a preguntar. El cuidado también es comunicación.
5. Tú también importas
Este no estaba en tu lista, pero me permito incluirlo como un cierre necesario: tú también importas. Tus sueños, tus pausas, tus hobbies, tu identidad. No dejes que el rol de cuidador borre tu esencia.
Hazlo hábito: Repite esta frase: “No me estoy olvidando de mí, estoy encontrando nuevas formas de estar presente.”
Un recordatorio final
No estás solo. Cada día que te levantas a cuidar de alguien más, también mereces cuidado. Estos principios no son reglas estrictas, son luces que puedes seguir en los días buenos… y en los difíciles también. Porque cuidar no es solo acompañar… también es resistir, adaptarse, sentir, cansarse y volver a empezar.
Si hoy te sientes abrumada o estás dudando si lo estás haciendo bien, vuelve a estos principios. Léelos con calma. Respira. Y recuérdate: lo estás haciendo con amor, y eso ya vale muchísimo.
¿Cuál de estos principios necesitas abrazar hoy? Te leo.
¿Sabías que nuestras canas podrían tener más que ver con cómo vivimos… que con cuántos años tenemos? Yo tampoco lo sabía del todo, hasta que leí un estudio que me dejó pensando. Siempre escuché que las canas son parte natural del envejecimiento, pero la ciencia está demostrando que hay algo más detrás: el estrés puede tener un impacto directo en nuestro cabello.
Investigadores de la Universidad de Harvard ((Harvard Gazette, 2020)) descubrieron que ciertas situaciones de estrés intenso afectan las células madre encargadas de darle color al pelo. Y lo que más me impresionó fue esto: el daño puede ser permanente. O sea, no es solo que el cabello se vea distinto… es que algo dentro de nosotras se agota, y el cuerpo lo muestra.
Lo que realmente pasa en nuestro cuerpo cuando estamos estresadas
Resulta que cuando pasamos por momentos de estrés, el cuerpo activa su sistema de alerta—eso que llaman “lucha o huida”—y se libera una sustancia llamada noradrenalina. Esa sustancia llega hasta los folículos pilosos (donde nace el cabello) y acelera las células madre encargadas del pigmento.
¿Y qué pasa? Que esas células se activan todas de golpe, como si fueran a apagar un fuego… pero se agotan. Se acaban. Y cuando eso pasa, el folículo ya no puede volver a producir color. Lo que nace después… es cana.
No es el sistema inmunológico ni el cortisol, como yo pensaba
Yo juraba que era el cortisol, la hormona del estrés, la que provocaba las canas. Pero el estudio demostró que no. Incluso en ratones sin glándulas suprarrenales (es decir, sin cortisol), el cabello igual se volvía gris. También descartaron la idea de que el sistema inmunológico atacara las células pigmentarias.
Al final, el gran protagonista fue el sistema nervioso simpático, ese que se activa cuando estamos tensas, asustadas o cargadas de ansiedad. Es impresionante cómo esa reacción que alguna vez nos ayudó a sobrevivir como especie… hoy puede dejarnos sin color en el pelo.
Lo más fuerte: el daño es para siempre
Esto fue lo que más me tocó: según el estudio, bastaron unos días de estrés intenso para que los ratones perdieran por completo sus células madre regeneradoras del pigmento. Una vez que se van, no hay forma de que el cuerpo las recupere. Y me quedé pensando… ¿cuántas veces hemos pasado por temporadas así, sin darnos cuenta del impacto que nos estaban dejando por dentro?
Infografía que muestra cómo las células madre se agotan en respuesta al estrés, lo que provoca canas en ratones. Crédito: Judy Blomquist, Universidad de Harvard
Entonces… ¿qué podemos hacer?
Mira, no es que ahora vayamos a vivir obsesionadas con no estresarnos (porque sabemos que eso también es imposible), pero sí podemos hacer algo. Para mí, este estudio es una llamada de atención. Un recordatorio de que el autocuidado no es egoísmo. Es salud. Es prevención. Es respeto por nosotras mismas.
Dormir mejor, tomarnos las cosas con calma, pedir ayuda, decir “no” cuando hace falta, buscar espacios de pausa, de respiración… todo eso cuenta. Porque el cuerpo siempre está hablando. A veces lo hace con cansancio, otras con insomnio, y sí, otras con canas.
“El estrés agudo, en particular la respuesta de lucha o huida, se ha considerado tradicionalmente beneficioso para la supervivencia animal. Sin embargo, en este caso, el estrés agudo provoca un agotamiento permanente de las células madre”, afirmó el investigador postdoctoral Bing Zhang, autor principal del estudio.”
Y sí, nuestras canas también cuentan una historia
Aprendí a ver mis canas no como una señal de vejez, sino como parte de mi esencia. Yo tengo unas canas hermosas, y ni por un segundo se me pasa por la mente pintármelas. Son mi sello de identidad, y la inspiración detrás de mi blog: Canas en Libertad. Algunas llegaron con los años… otras en momentos difíciles, marcadas por el estrés. Pero todas, sin excepción, tienen algo que contar. No las quiero esconder, las luzco con orgullo. Y aunque sé que el cuidado emocional puede ayudar a que no lleguen antes de tiempo, mi intención nunca ha sido evitarlas, sino vivirlas desde el amor. Desde el respeto por mi cuerpo en cada etapa, y el deseo profundo de seguir sintiéndome plena, auténtica y libre.
¿Y tú? ¿Te ha pasado que después de una etapa difícil notaste más canas? ¿Has sentido cómo el estrés se manifiesta físicamente en ti? Me encantaría leerte, porque sé que estas cosas nos pasan a muchas, y hablarlas también es parte de cuidarnos.
📝 Nota importante: El contenido de este blog es únicamente informativo y se basa en investigaciones científicas vistas y leidas en internet, y experiencias personales. No pretende sustituir el diagnóstico, tratamiento ni orientación médica profesional. No soy médica ni profesional de la salud. Si tienes inquietudes sobre tu salud física, mental o bienestar general, te recomiendo consultar con tu médico o un especialista de confianza.
📚 Fuente de la información científica: El contenido de este post se inspira en los hallazgos del estudio liderado por científicos del Harvard Stem Cell Institute (HSCRB), publicado en la revista Nature bajo la dirección de la profesora Ya-Chieh Hsu, especialista en Biología Regenerativa. El estudio explora cómo el estrés activa el sistema nervioso simpático, provocando la pérdida permanente de las células madre responsables de la pigmentación del cabello.
🔗 Puedes consultar la publicación original aquí: Harvard University News – How stress turns hair gray (Harvard Gazette, 2020)
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